sábado, 29 de marzo de 2014

Mindfulness y dependencia a sustancias

El Mindfulness se refiere al proceso mediante el cual la persona va entrenándose e implementando en su vida una forma de estar “aquí y ahora”. Se trata de ir disminuyendo “el piloto automático”, casi omnipresente, y la nociva e insustancial vida inconsciente, que sólo nos permite saber lo que hacemos, pero ignorando la razón de nuestros pensamientos, emociones y actos.

Mindfulness sirve para aterrizar. Aterrizar desde la rutina y la inconsciencia, desde el mundo inventado para poder seguir adelante y los mecanismos de defensa que hemos creado para poder defendernos de la hostilidad. Aterrizar desde las emociones negativas como la ansiedad, la ira o la depresión que nos arrastran tan a menudo y entorpecen o boicotean todo intento de crecer y prosperar vitalmente. 

Y aterrizar en el fomento de lo mejor de nosotros mismos: la capacidad de generar emociones positivas y controlar las negativas, la creatividad, las relaciones sanas, el insight o comprensión de lo que hacemos y por qué lo hacemos y, consecuentemente, el autoconocimiento.



Durante los últimos 30 años, la práctica de Mindfulness está integrándose a la  Medicina y Psicología de Occidente. Es aplicada, estudiada científícamente y por ello reconocida como una manera efectiva de reducir el estrés, aumentar la autoconciencia, reducir los síntomas físicos y psicológicos asociados al estrés, mejorando el bienestar general. Aunque la práctica de Mindfuless ha sido recientemente integrada a la Medicina y Psicología de Occidente,  se trata de una práctica muy antigua que se origina hace más de 2500 años y constituye la esencia fundamental de las prácticas Budistas.

Desde estas perspectivas, se está contemplando el mindfulness como un complemento para el tratamiento de los trastornos por abuso de sustancias, compatibles y asociadas o insertas en psicoterapias de más amplio espectro, en especial en aquellas de orientación cognitivo-conductual. Los procedimientos o técnicas mindfulness ya han sido incorporados a distintas psicoterapias denominadas de tercera generación, teniendo amplio éxito en tratamientos de estrés, dependencias a sustancias psicoactivas, trastornos obsesivos compulsivos, trastornos de alimentación, etc.  

El objetivo al aplicar la atención plena y consciente en el ámbito clínico es ayudar a los sujetos con conductas dependientes a sustancias, para que vean las cosas tal como son y en vez de caer en un estado de culpabilidad y autodestrucción lograr un estado de aceptación de la realidad para pasar a la responsabilidad de sí mismo.

Víctor Frankl decía “Entre el estímulo y la respuesta, hay un espacio; en ese espacio reside nuestra capacidad de elegir una respuesta; en nuestra respuesta radica nuestra madurez y libertad”. Las prácticas de Mindfulness aumentan la consciencia de ese espacio y brindan la oportunidad de responder eficazmente en lugar de reaccionar en modo automático y rutinario.


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